Él no había llegado, porque yo no había venido, aun así ambos estábamos hablando; no nos escuchábamos porque no había nada que decir, y para qué decir nada, si estaba sorda y él era mudo.
La nada no es nada y como no es nada, puede ser cualquier cosa; pero no cualquier cosa puede ser nada. Para que cualquier cosa sea nada pues no puede ser cualquier cosa por lo que entonces será algo; pero si es algo pues ya no es nada porque la nada no puede ser algo y si no es algo, entonces es cualquier cosa; pero quedamos en que no cualquier cosa puede ser nada por lo que llegamos a la conclusión de que nada es nada pero nada no puede ser nada, ni algo, ni cualquier cosa.
1 comentario:
te hablo y no hallo respuesta, te miro y me son esquivos tus ojos. Tu boca se mueve, pero no articual sonido alguno. No eres complice. Eres verdugo.
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