sábado, 22 de noviembre de 2008

Complices

Lo buscaba sin conocerlo.
Él no había llegado, porque yo no había venido, aun así ambos estábamos hablando; no nos escuchábamos porque no había nada que decir, y para qué decir nada, si estaba sorda y él era mudo.

1 comentario:

Woodchuck dijo...

te hablo y no hallo respuesta, te miro y me son esquivos tus ojos. Tu boca se mueve, pero no articual sonido alguno. No eres complice. Eres verdugo.