martes, 20 de noviembre de 2007

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...Estoy en una habitación blanca, fría, impersonal... es la primera vez que estoy en ella, pero la reconozco, todas son igual de ajenas e igual de familiares, incluso intuyo ese olor a desinfectante que tanto detesto...
Entra alguien... mi madre, me mira... lleva entre los brazos un bebe envuelto en una toquilla.
- Toma, coge a tu hijo...
Extrañada, asustada y confusa agarro al bebe, lo miro y lo tiro al suelo, es una rata muerta... mi madre me mira sin entender que hago...
Me despierto entre sollozos, y me quedo tumbada mirando como los minutos se transforman en horas y yo no consigo ni dormir... ni dejar de llorar.
Y pienso en que desearía que me contasen un cuento...

1 comentario:

Navarro dijo...

Imagínate cuatro paredes blancas, tu propio cuerpo en blanco.
Una pelota negra, que rebota con esas cuatro paredes para disipar tus pensamientos.
Imagínate un blanco infinito que penetre tu mirada para que se haga fija en la nada...
podrás dormir si tu pelota negra mitiga tus pensamientos para convertirlos en sueños.
que descanses!!!!
besitos!!!