viernes, 2 de noviembre de 2007

Segunda noche sin dormir

Cada día me encierro más en mi misma, volviéndome cada vez más esquiva y solitaria; no hayo placer en la compañía, solo ansió recluirme... olvidar frivolidades... vanas conversaciones que no conducen a nada, o mas bien, monólogos en los que soy mera espectadora por imposición, que ni me implican ni deseo implicarme.
Yo solo quiero dejarme abrazar por la soledad, pues la compañía sólo me produce el deseo irrefrenable de matar.

3 comentarios:

Enrique dijo...

"la compañía sólo me produce el deseo irrefrenable de matar" vaya y yo que te iba a invitar a un café...jaja, pero aún le tengo aprecio a mi vida!

Navarro dijo...

mmm estoy con enrique, yo tb te iba a invitar a un cafetito pero tb aprecio mi vida jejejeje.
"A veces es irrefrenable el deseo de estar solos con nuestras mentes divagando nuestros corazones..."
Saludosss

Clodovico dijo...

Claro, si sol@ es como mejor se esta ;)