lunes, 17 de diciembre de 2007

La Rosa Negra

Arranque todas las fotos que colgué día tras día... Pero no me sentí mejor, las paredes, la ropa, el olor, estaba infectado todo lo que me rodeaba; pensé en meterle fuego a la cárcel y todo lo que en ella había atrapado, quemarme en este puto infierno que tan generosamente acomodó para mi. Ahora era un lujo que no me podía permitir, paradojicamente el sentimiento de culpabilidad había nacido en mi y ya tenia seis meses... como dañar algo así...
Así que introduje mis dedos en la boca hasta que empecé a notar el sabor de la hiel que me desgarraba la garganta... le siguió la sangre... y al fin... el corazón, me quede mirándolo en el suelo, aun tenia algunos espasmos, estaba engangrenado, pútrido, de ahí manaba todo. Pero aun sentía espinas clavadas. Llevada por la locura, esta vez fue mi mano la que se adentro, conseguí dar con las heridas, trozos clavados como espinas... espinas llenas de veneno, nacidas de la rosa mas negra... la que me regalo como muestra de AMOR...
Lo triste es que no me siento mejor... y no dejo de llorar... Lo triste es que creí en esas cuatro letras... y no significan NADA.

1 comentario:

Navarro dijo...

Ups...vaya expresividad...aún así de arrancarte el corazón y las espinas sigue doliendo la herida!!
Ya sabes...un clavo saca a otro clavo...
Y...si necesitas algo, ya sabes...por donde ando.
Besos!!!